Camino de Etiopía, de José Luis Olaizola

2013/09/26

ImagenPor fin se pudieron enterar que su país, que él pronunciaba de una manera rara -Abilibia-, era Etiopía, también conocida como Abisinia. Contaba tales maravillas de él -prados hermosísimos, ríos caudalosos- que Fermín le preguntó:

-¿Y entonces por qué te has venido a España?

(p. 27) (Espasa-Calpe, 1998)

Provoca una sensación extraña el tener comentar un libro «juvenil» con semejante título en el que se habla en realidad bien poco de Etiopía y con clara tendencia a la caricatura. Y es que las buenas intenciones, así a pelo y puestas en altavoz, no necesariamente hacen balance a favor de los reinos, imperios y repúblicas de este mundo africano.

El contraviaje migratorio, elemento argumental que luego aparecería en Binta y la gran idea, es interesante y estimulante. Pero el tono del libro tiende al paternalismo y el etnocentrismo. En fin, que nadie interesado por Etiopía se confunda, por favor. Un poco churro, la verdad. Por nuestra parte nosotros seguimos nuestro camino, el de don Antonio Machado preferentemente.


Los irlandeses – relatos de Rodolfo Walsh

2013/02/24

Los irlandeses (cub.)

Ambientada en un internado de niños desarraigados semi o totalmente huérfanos, esta recopilación de relatos puede ser muy útil para trabajar el tema de la adopción de niños mayores, y en cualquier caso es muy recomendable para quien haya vivido situaciones semejantes, o para madres y padres que reciben hijos procedentes de esos ámbitos.

Al parecer el autor pensaba prolongar la serie, pero quedaron solamente estos tres interrelacionados en sus argumentos respectivos. Están editados en el mismo volumen aunque en orden aleatorio respecto al desarrollo cronológico de la acción. No importa, o incluso tal vez sea mejor esa mecánica de flashback argumental cuando al final, en la meta, lo sustancial es la impronta emocional, psíquica, socioestructural en el lector.

Relatos cortos, autor y personajes de origen irlandés, mundo anterior a la Segunda Guerra Mundial…: parece inevitable recordar al Joyce de Un encuentro, Eveline, etc. Efectivamente, la influencia es perceptible y para bien: todas esas elipsis que dicen muchísimo más de lo que callan. Muy buena lectura, buen trabajo de El Aleph, y en recuerdo de Rodolfo Walsh.